Han pasado largos años desde aquel día que toqué por última vez mi juguete preferido.
Un cálido recuerdo con destino al ayer, donde la inmortalidad parecía posible, donde no creía en enfermedades. Donde simplemente no creía.
Esa niñez tan cariñosa, como ahora lo es el vacío , tan cálido para mi.
Nos hemos estancado en las barreras, y logramos pedir auxilio para salir ilesos de aquellos trenes que venían de lejos; pero ayudaron algunos pocos aunque la esperanza no se dio por vencida.
Aun estamos esperando más y más , cuando ya sabemos que no nos reciclan .
No se interesan por nuestras anécdotas y aquellas historias perdidas en el tiempo les son ordinarias, cuando a nosotros nos encantaria conocer alguna de aquellas que nos son extrañas.
El cuento aún se escribe , pero nadie desea leerlo.
Somos almas esporádicas extraviadas en algún recuerdo.
Un cálido recuerdo con destino al ayer, donde la inmortalidad parecía posible, donde no creía en enfermedades. Donde simplemente no creía.
Esa niñez tan cariñosa, como ahora lo es el vacío , tan cálido para mi.
Nos hemos estancado en las barreras, y logramos pedir auxilio para salir ilesos de aquellos trenes que venían de lejos; pero ayudaron algunos pocos aunque la esperanza no se dio por vencida.
Aun estamos esperando más y más , cuando ya sabemos que no nos reciclan .
No se interesan por nuestras anécdotas y aquellas historias perdidas en el tiempo les son ordinarias, cuando a nosotros nos encantaria conocer alguna de aquellas que nos son extrañas.
El cuento aún se escribe , pero nadie desea leerlo.
Somos almas esporádicas extraviadas en algún recuerdo.
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